Corrientes se encuentra en la región del litoral noreste argentino, en las orillas del río Paraná. El ejido urbano de Corrientes presenta una arquitectura de variados estilos, con edificaciones que integran las suaves formas del barroquismo colonial, con construcciones recientes y dinámicas que le otorgan al sector un aire de continua renovación entre sus calles y parques colmados de chivatos, ceibos, jacarandaes y naranjos.
viernes, 28 de octubre de 2011
Ángeles somos, ángeles somos
Ángeles somos, ángeles somos, venimos a pedir colación y rogamos tu bendición”, “Ángeles somos, del cielo bajamos, pan queremos, ¿hay por quién rezar en la casa?”, distintos versos que los niños entonaban al tocar a las puertas de las casas. Los versos que se recitaban al visitar cada uno de los hogares varían de acuerdo con las costumbres del lugar, y muchas veces a las deformaciones propias de la transmisión a través de la tradición oral. Pero tenían en común dos elementos: las bendiciones y las golosinas o “colaciones".
Celebración con luminarias, comidas típicas, historias y fogones
Recuperar la tradición por la familia
El trabajo de recuperar la fiesta tradicional tiene distintos promotores. Por un lado, están quienes viven emociones a través de los relatos de los mayores, las que quieren que se conviertan en sus propios recuerdos y los de sus hijos. Por el otro, instituciones que tienen como “tarea” la recuperación y revalorización de las raíces tradicionales. Aún desde puntos de vista distintos, la idea es la misma: volver a poblar las ciudades de angelitos pidiendo golosinas a cambio de bendiciones.
Una fiesta tradicional que se conmemora el 1 de noviembre, fecha de la Solemnidad de Todos los Santos. Esta costumbre, que aún perdura en algunos pequeños pueblos del interior, consistía en que los niños se disfrazaran de angelitos, y recorrieran las casas intercambiando bendiciones por algún dulce. “Ángeles somos, del cielo venimos, trayendo regalos. Colación, colación, su bendición”; “Ángeles somos, ángeles somos, venimos a pedir colación y rogamos tu bendición”, “Ángeles somos, del cielo bajamos, pan queremos, ¿hay por quién rezar en la casa?”, distintos versos que los niños entonaban al tocar a las puertas de las casas. Los versos que se recitaban al visitar cada uno de los hogares varían de acuerdo con las costumbres del lugar, y muchas veces a las deformaciones propias de la transmisión a través de la tradición oral. Pero tenían en común dos elementos: las bendiciones y las golosinas o “colaciones”.
Dice también la tradición que algunas veces los bulliciosos chicos ofrecían serenatas de cánticos de distinto tipo, y que las primeras casas en ser visitadas eran aquellas en las que había fallecido un bebé o algún niño pequeño. La idea era que la presencia de angelitos podría recordar a la familia que el infante que había fallecido hoy formaba parte de las huestes de ángeles del cielo, ayudándolos así a mitigar su dolor.
Me contaron que después por las noches salían los “Ángeles Loros”, cantado y dando serenatas.
Ya pedían otras cosas, bebidas etc. Que era una sana costumbre donde todos conjuran en una hermosa.
Halloween, o cuando las brujas desplazan a los ángeles y santos.
*Esta en nosotros conservar nuestras costumbres y tradiciones*
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Como siempre hermoso, no se como expresar la admiración que te tengo por todo lo que haces, sos genial chamiga, te quiero y felicito Bibi
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